sábado, 2 de julio de 2011

Stolzes herz


Dejando por un momento de lado, esa mísera condición humana de querernos... y por lo tanto agrandarnos, intentar sobrepasar las barreras marcas de lo mortal y lo digno para intentar una metamorfósis (desde el principio frustrada) en personas de sueños y fantasías, pero ¿acaso valemos más que nuestro presente?¿acaso somos más que respiros y algún acto efímero?
Sin respuesta alguna me pregunto por qué después de tantas veces de ver como las palabras se vuelven armas de doble filo que satíricamente están ambos contra la misma persona, las personas al lado mío... e incluso yo misma seguimos dudando acerca del valor de ellas, por qué nos dejamos enceguecer de tal manera que tomamos por realidad la visión de aquel sórdido espejo convexo que tenemos en frente y pensamos que aquel pasado... que sátira!, aquel pasado que ahora ni siquiera existe! nos hace más grandes, que nuestra confianza debe valer por ser la nuestra... sabiendo que la confianza por si sóla, sin algún residente, no es más que palabra... tan sólo un sonido.
*Suspiro*
¿Por qué debe valer lo que sienta un alma que se cae?

No hay comentarios: