Silencio con sabor a soledad...

Después de todo, se abren de nuevo los labios
y el humo de una noche sin terminar rodea el ambiente
aniquila los sonidos y lo inunda todo con aquel sórdido silencio, que no tiene otro sabor más que soledad...

seguramente, las almas encuentran su sitio
el karma ayuda a mantener el orden... en un universo absurdo, en la locura vuelta realidad.
una realidad, es capaz de pensarse libélula, mariposa, púrpura... vacío
y se confunden las ideas, los sentimientos... los maullidos, los besos, los colores.... los gemidos...

Los segundos corren libres entre los dedos, sí... empuña las manos, igual se irán,
finalmente, así es como sienten los corazones... en tiempos medidos en razón del espacio... y en espacio medido fijado en el tiempo.

Después de todo, se abren los labios
los cuerpos vuelven a ser lo que primeramente fueron... nada más que barro

¿y las almas?

de nuevo a una realidad soñada... a los deseos impregnados de fatalidad... a las ausencias embriagadas de eternidad...

Conclusiones de las imaginaciones atadas...

Se trata de una vorágine de ideas y sentimientos,
de saber lo que hay que hacer, y no querer hacerlo,
quizás, de querer hacer, y no saber hacerlo,
de ver las siluetas tan faltas de convencimiento

¿Es esto acaso, existir y no saber qué ser?
¿O acaso peor, ser y no saber siquiera hacer?
Pensar y hablar sin lograr dar a entender
y al igual que todos, comenzar a enmudecer.

No, no es nada de esto,
son las simples soledades acompañadas,
que de la libertad son sólo el opuesto
que caminan, testarudas, sabiéndose aladas.

Somos los pobres mortales, incapaces de s o ñ a r
las simples imaginaciones, atadas con atrocidad
en medio del realismo, los soñadores hacen mal
y pierden los días, intentando con fuerza hablar

Las sombras son libres en el país de la oscuridad
y un alma como esta, es incapaz de enseñar,
de hacerse entender, y mucho más de volar
¿acaso alguien es capaz de vivir una eternidad?

Está bien, no ames, no llores, no imagines... no sientas
no me toques
no me ates
n o m e a t e s
en la realidad excéntrica de la inseguridad
en la cotidianidad, en la ansiedad
no me mates
libérame, déjame volar
si no eres tú ahora quien lo haga...
lo haré sola después... ahora, qué más da...
al fin de todo, soy un alma libre
tan libre de prejuicios
que aún sin alas, me creo capaz de volar...




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ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe -Alejandra Pizarnik

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close my eyes...

don't let me fade...